Rolex garantiza el buen funcionamiento de sus relojes durante cinco años a partir de la fecha de su adquisición. Quedan excluidos de la garantía el desgaste normal (en especial el que afecte a las correas no metálicas), el extravío, el robo y los daños causados por un uso inadecuado. La garantía perderá automáticamente su valor si se añade o sustituye cualquier pieza o accesorio que no esté fabricado por Rolex. Esta garantía es válida exclusivamente (1) si el cliente adquirió el reloj en un Distribuidor Oficial Rolex; (2) si este último, en el momento de la adquisición, rellenó debidamente la tarjeta de garantía, y (3) si se entrega esta tarjeta de garantía junto con el reloj a un Distribuidor Oficial Rolex o a un centro oficial de servicio Rolex. Cualquier intervención de un tercero implicará el fin de la garantía.