El Castillo de San Sebastián se ubica sobre un islote en uno de los extremos de la playa de La Caleta. Un malecón une la fortaleza, en la que se encuentra un imponente faro, con la ciudad, de forma que el castillo no está aislado durante la pleamar. El castillo se suele utilizar como espacio expositivo y para la celebración de conciertos y otras actividades recreativas en su exterior.