El Baluarte de la Candelaria se construyó en 1672 con una posición estratégica, entre el de San Felipe y las fortificaciones cercanas a La Caleta. Constituyó una gran mejora para proteger el frente occidental de la ciudad. Diferentes obras de restauración a finales del siglo XIX adecuaron el edificio a su actual uso cultural, entre ellos, el expositivo y musical.