Para preservar el lustre, puede frotarlo con un paño de microfibra. También puede limpiar la caja y el brazalete (salvo las correas de piel) de vez en cuando con agua jabonosa y un cepillo suave. Después de haber llevado puesto el reloj en el mar, es importante aclararlo con agua dulce para retirar la sal y los depósitos de arena. Antes de limpiar su reloj, asegúrese siempre de que la corona esté enroscada por completo a la caja para garantizar la hermeticidad.