Cuando su reloj es atendido por Rolex, se desmonta completamente y todos sus componentes se limpian con ultrasonidos. Cada componente se examina meticulosamente de forma individual, y aquellos que ya no cumplen con las especificaciones estéticas y funcionales de Rolex son reemplazados por piezas Rolex auténticas. El movimiento se lubrica minuciosamente, a continuación se examina de forma electrónica para garantizar su precisión horaria. La caja y el brazalete se restauran con sumo cuidado para recuperar su lustre. Su Rolex se somete posteriormente a una serie de rigurosas pruebas y verificaciones para garantizar su hermeticidad, autonomía y precisión. Después de un servicio completo de Rolex, su reloj queda cubierto por una garantía de mantenimiento.