Desde siempre, los relojes Rolex han demostrado su valía en las condiciones más extremas imaginables: desde las aguas abisales de los océanos más profundos hasta las cumbres de las montañas más altas; desde el aire hasta las pistas de carreras. Además, para garantizar que todos los relojes Rolex colman las expectativas, cada uno de ellos se somete a pruebas enormemente exigentes antes de abandonar la sede de Rolex.