El proceso del baño de rodio para aportar excelencia a las joyas
¿Sabías que para lograr una apariencia impecable en las joyas de oro blanco se suele recurrir al baño de rodio? Se trata de un proceso que añade un toque de excelencia a este tipo de joyas, ya que en la actualidad son una de las más apreciadas por aquellas personas que buscan un estilo vanguardista y moderno, sin renunciar, por ello, a una joya atemporal.
Así que si sientes curiosidad por el baño de rodio en joyería, a continuación te explicaremos algunas de sus particularidades.
¿Qué es el rodio?
El rodio es un metal perteneciente al grupo del platino que fue descubierto en 1803 por William Hyde Wollaston, un químico y físico inglés.
Blanco plateado y brillante, el rodio es uno de los metales más duros y densos conocidos. Al igual que otros metales del grupo del platino, como el paladio, el rodio es un metal noble extremadamente resistente a la oxidación y la corrosión en condiciones normales, por lo que se trata de un metal valioso en el mundo de la joyería.
Como dijimos con anterioridad, el baño de rodio en oro blanco se utiliza para mejorar su apariencia, resistencia y durabilidad. Aunque, como curiosidad, te podemos contar que el rodio también se encuentra en catalizadores automotrices, en instrumentos de laboratorio, en la producción de discos compactos y en aplicaciones eléctricas, entre otras.
La importancia del baño de rodio en joyería
El rodio mejora la calidad y apariencia de las joyas, especialmente las de oro blanco, ya que este se forma mediante una aleación de oro puro con otros metales como el paladio y la plata. Esta combinación da como resultado un metal con un atractivo tono blanco, pero en realidad, el oro blanco tiende a tener una ligera tonalidad amarilla. Por ello, es importante el uso de este elemento en las joyas a través del conocido baño de rodio.
Algunas de las razones por las que el rodio es importante en joyería son las siguientes:
1. Mejora la estética de las joyas
Al aplicar un baño de rodio en las joyas de oro blanco, se crea una capa externa que le da un acabado brillante y blanco puro, reduciendo los reflejos amarillos del oro. Esto da como resultado una joya con un aspecto más moderno y elegante, muy apreciado por las personas que buscan una estética contemporánea.
2. Protección contra la corrosión y desgaste
El rodio es altamente resistente a la corrosión, lo que proporciona una capa protectora sobre las joyas de oro blanco que ayuda a proteger la joya contra los efectos del aire, la humedad y otros elementos ambientales que podrían dañarla o hacer que pierda su brillo original con el tiempo.
Además, el baño de rodio también aumenta la durabilidad y resistencia al desgaste de la joya, lo que la hace más resistente a arañazos y golpes en el uso diario.
3. Fácil mantenimiento
Las joyas de oro blanco bañadas en rodio son fáciles de mantener, sometiéndolas al proceso de rodeado. Con un cuidado adecuado, las joyas pueden mantener su brillo y aspecto impecable durante mucho tiempo, lo que las convierte en una buena alternativa para aquellas personas que buscan piezas de joyería duraderas.
El baño de rodio en joyería
El baño de rodio es un proceso técnico que se realiza en un entorno controlado. Aquí están los pasos principales del proceso:
Pulido: la joya se somete a un pulido suave para eliminar cualquier imperfección y asegurar que la capa de rodio quede perfectamente uniforme.
Limpieza: antes de aplicar el baño de rodio, la joya de oro blanco se somete a una limpieza minuciosa para eliminar cualquier suciedad, grasa o residuo que pudiera afectar la adherencia del rodio.
Preparación del baño de rodio: el rodio utilizado para el baño generalmente se encuentra en forma líquida, conocida como solución de rodio. Esta solución es preparada cuidadosamente y puede contener otros productos químicos para mejorar la eficiencia del proceso.
Inmersión en rodio: la joya de oro blanco se sumerge en la solución de rodio y se somete a una corriente eléctrica que permite que el rodio se adhiera uniformemente a la superficie de la joya.
Acabado: finalmente, la joya de oro blanco bañada en rodio se somete a un último control de calidad para garantizar que está en perfectas condiciones.
El baño de rodio se realiza principalmente en dos situaciones: en las nuevas joyas de oro blanco y en aquellas que necesitan un nuevo baño de rodio debido al desgaste tras su uso diario. En este último caso, es recomendable volver a bañar las joyas en rodio para restaurar su brillo y aspecto original.
Además, se puede rodiar, por ejemplo, un anillo de oro amarillo, aunque debes saber que esto no lo convierte en un anillo de oro blanco, pues continuará siendo de oro amarillo pero rodiado.
En general, no es necesario bañar las joyas en rodio de forma periódica. La capa de rodio es duradera y resistente, y con el cuidado adecuado, puede durar muchos años antes de requerir un reacondicionamiento. Para ello, es esencial cuidar las joyas correctamente, evitando exponerlas a productos químicos agresivos, golpes fuertes o abrasiones excesivas, para preservar la capa de rodio en óptimas condiciones.