Hoy queremos rendir homenaje a los museos, espacios maravillosos en los que convergen historia, investigación y estudio de las ciencias, las letras y las artes. Porque, gracias a ellos, cada país puede expresar su identidad y contribuir a que haya una mejor comprensión sobre sus tradiciones y costumbres.
Pero, ¿por qué queremos hablaros de esto? Pues porque cada 18 de mayo, desde 1977, se celebra el Día Internacional de los Museos y a nosotros estos lugares, como no podía ser de otra manera, nos encantan. Sus salas y galerías, llenas de colecciones artísticas y culturales, repletas de curiosidades, nos alimentan la mente y el alma.
Joyas de museo a lo largo de la historia
Como nuestra especialidad es, claro está, la joyería, hemos decidido sumarnos a esta celebración de una manera muy especial. Haremos hincapié en algunos de los museos donde admirar las joyas históricas más impresionantes. Aquellas joyas que años atrás sedujeron, deslumbraron y maravillaron a nuestros antepasados. Las mismas que hoy día nos siguen dejando con la boca abierta.
Además, como colofón, hablaremos de nuestro propio museo, aquel que hemos creado en nuestro imaginario con piezas que, por algún motivo u otro, nos han tocado el corazón. Tan solo por eso, estas joyas ya son fascinantes. Así que tómate unos minutos junto a nosotros y disfruta, que allá vamos.
La Torre de Londres
Una de las visitas más interesantes de la capital de Reino Unido, la Torre de Londres. Esta fortaleza, situada casi a orillas del Támesis, conserva y custodia los símbolos más poderosos de la monarquía británica: las joyas de su Corona. Un auténtico tesoro, compuesto por más de 23.000 piedras preciosas de la Colección Real, que se expone al público desde 1661.
En este espacio podrás admirar los objetos sagrados que se utilizan en las ceremonias de coronación, entre ellos, la Corona Imperial del Estado, la Corona de San Eduardo, la Corona Imperial de la India o el Cetro del Soberano con cruz. Sin duda, un enriquecedor paseo por la historia británica que te deslumbrará.
Museo Victoria y Alberto de Londres
Con más de un centenar de galerías en una superficie de 45.000 metros cuadrados, el Museo Victoria y Alberto expone una de las colecciones de joyas más destacadas del mundo. Tiaras de Cartier de diamantes, pendientes isabelinos, collares celtas, broches de diferentes épocas… Todo un lujo al alcance de la vista. Y si además, uno de tus estilos preferidos es el art nouveau, este espacio expone piezas de uno de sus joyeros más importantes, René Lalique.
El Museo del Tesoro Real, Lisboa
Otro museo digno de admiración: el Museo del Tesoro Real, en Lisboa. A punto de cumplir un año desde su inauguración, se ubica en el Palacio Nacional de Ajuda, última residencia de la familia real antes de que se proclamara la república portuguesa.
Este museo te conectará con el pasado luso a través de la exhibición de más de un millar de piezas, entre las que se encuentran joyas excepcionales como el collar de María Bárbara de Braganza, con diamantes de 24 quilates y dos esmeraldas colombianas, así como más de 20.000 piedras preciosas de Brasil que permiten conocer la importancia de la historia colonial portuguesa.
Museo de Joyería, Pforzheim
Ahora nos trasladamos a Alemania, al Museo de Joyería Pforzheim. Estamos seguros de que este museo te encantará si además de gustarte las joyas, disfrutas con la historia. En sus salas se exponen joyas de hace cinco milenios, de la época del imperio persa o de la civilización etrusca, además de joyería contemporánea.
Lo mejor de este museo es que, además de albergar una exposición permanente, cada año exhibe de tres a cuatro exposiciones especiales, por lo que ofrece la oportunidad de que sea redescubierto en diversas ocasiones. Un verdadero placer si eres un entusiasta tanto de los museos como de las joyas.
La Bóveda Verde, Palacio de Dresde
Continuamos en Alemania, concretamente nos damos un salto al Palacio de Dresde, a su cámara del tesoro: la Bóveda Verde. Con dos áreas de exposición, la Bóveda Verde Histórica y la Nueva Bóveda Verde, exhibe unas 3.000 obras de orfebrería y joyería, piedras preciosas como diamantes y rubíes, y tesoros de ámbar y marfil. Además, podrás conocer algunas piezas excepcionales del joyero Johann Melchior Dinglinger, de la Corte de Dresde, así como el Diamante Verde de Dresde, de 41 quilates, originario de las minas de la India.
Museo del Louvre, París
Uno de los emblemas de París, además de ser uno de los museos más visitados del mundo, el Louvre. No solo conserva joyas artísticas como La Gioconda o la Venus de Milo, posee una espléndida galería con la colección de piedras preciosas reunidas por los reyes de Francia, así como los diamantes de la corona: la galería Apolo, ya de por sí una auténtica obra maestra.
Museo Sorolla, Madrid
Después de haber viajado por el extranjero, volvemos a casa. Museo Sorolla, Madrid. Este espacio custodia una interesante colección de joyas que en su mayoría refleja las tradiciones y culturas de las diferentes regiones de España.Durante el recorrido por este museo podrás ver joyería valenciana, como pendientes, broches o peinetas; piezas que complementaban la indumentaria popular gallega, como el colgante galápago, así como una colección de joyería bereber o marroquí, entre otras. Un absoluto lugar de disfrute para conocer más a fondo nuestro país.
Joyas merecedoras de un museo
Y para finalizar nuestra particular celebración del Día Internacional de los Museos, los miembros de nuestro equipo se han dejado conocer un poco más. Cada uno de ellos ha seleccionado una joya que por alguna razón le es merecedora de estar bajo custodia en un museo. Ya sea porque le impresionó desde el primer momento en que la vio, porque le inspira en el día a día o porque se ha convertido con el tiempo en una reliquia llena de recuerdos.
Tanto nuestra gerente, Esther Gordillo, como nuestra gemóloga Marián han optado por una auténtica maravilla, unas medallas diseñadas con auténticas monedas nómadas del siglo II, acuñadas durante el reinado de emperadores como Constantino II y Valentiniano I con un incalculable valor numismático y por supuesto con certificado de autenticidad; además para engrandecer su valor e interés han sido montadas en preciosas gargantillas de oro amarillo y brillantes, para lucir una auténtica moneda de museo en tu cuello.
Una pieza de la colección Skyline fue la elegida por Paula. En concreto, el brazalete Empire State de oro rosa y diamantes porque, según nos dijo, “combina con cualquier atuendo, tiene mucha presencia, color y brillo”. Por sus líneas rectilíneas y por sus inspiraciones en el movimiento artístico del cubismo; joyas con líneas depuradas y modernismo propio de los estilos artísticos neoyorquino como el art nouveau. Una pulsera con la que relucir como nadie lo ha hecho jamás.
Kike, apasionado como es, no lo dudó ni un segundo. Para él debería estar en un museo uno de los anillos de la colección Carácter Gordillo realizado en oro rosa, diamantes, zafiros y tanzanitas. Esta sortija, según nos comentó, tiene un diseño espectacular que te hace brillar en cuanto la llevas puesta. Una joya que podría perfectamente ser llevada en una alfombra roja.
Luisa se decantó por otra sortija. Y aunque se mostró dubitativa entre varias piezas, finalmente seleccionó el anillo Unique de oro rosa y diamantes fancys porque, según nos explicó, aportan mucha naturalidad y son muy difíciles de encontrar. Un anillo digno de cualquier diosa.