Guía para clasificar la dureza de las gemas en joyería

En el sector de la alta joyería, entender la dureza de las gemas es fundamental para seleccionar las piezas adecuadas que puedan resistir el desgaste diario. Por eso, en esta ocasión, queremos ahondar un poco más en este tema, porque creemos que saber sobre ello te ayudará a elegir tu próxima joya.

Sin entrar en tecnicismos, vamos a aclararte las dudas que te pudieran surgir sobre la dureza de los minerales, así como hablarte de la herramienta que se utiliza en gemología para medir esta característica: la escala de Mohs, definida por el geólogo alemán Friedrich Mohs en la segunda década del siglo XIX.

La escala de Mohs mide la dureza de cada gema

La resistencia de los minerales

La dureza de las gemas es una de las propiedades más importantes de estas piedras, pero ¿sabes en qué consiste exactamente? Es muy fácil. Cuando hablamos de esta característica nos referimos a la resistencia que tienen los minerales a que su superficie sea rayada.

Pero profundicemos un poco más, ya que, aunque la dureza puede ser medida a través de diferentes métodos, como el test de dureza de Knoop o la escala de Rosiwal, al método que más se recurre es, sin lugar a dudas, al definido por Mohs. Y es que en la escala de Mohs se averigua con facilidad y rapidez la dureza de los minerales. Sería tan sencillo como memorizarla o echarle un vistazo cuando se necesite.

La dureza de los minerales se puede comprobar en la escala de Mohs

Escala de Mohs: ¿qué mineral raya a qué mineral?

La escala de Mohs, que asigna valores numéricos del 1 al 10 (de menor a mayor dureza), se basa en el principio de que un mineral cualquiera puede rayar a otros más blandos. Sin embargo, no puede suceder al contrario. Esto quiere decir que prueba qué mineral raya él y cuál raya a este. Es así como queda fijada la dureza.

Y, sí, suponemos qué estarás pensando qué es lo que sucede cuando la dureza de los minerales coinciden entre sí. Pues, en este caso, ambos minerales se rayarán mutuamente.

Ahora vamos a dar un paso más para que lo veas todo con más claridad. En la relación de minerales que aparecen en la escala de Mohs, que son 10 en total, el diamante presenta la mayor dureza, mientras que el talco tiene la menor. ¿Qué quiere decir esto? Esto significa que el diamante, con una dureza de 10 en la escala, puede rayar todos los minerales, y que el talco, con una dureza de 1, es incapaz de hacerlo con ninguno.

Tabla de la escala de Mohs.

¿Es importante conocer la dureza de las gemas al elegir una joya?

No cabe duda de que sí. La dureza de una gema es un aspecto fundamental que se debe tener en cuenta a la hora de elegir una joya, ya que, según lo que hemos visto más arriba, determina su resistencia a los rasguños, daños y desgaste a lo largo del tiempo.

Las gemas más duras son ideales para joyas que se usan diariamente y que, por su simbología, perdurarán con el tiempo como, por ejemplo, los anillos de compromiso y alianzas que llevan diamantes, rubíes o zafiros. Estos resisten mejor el uso constante y mantienen su aspecto original durante más tiempo.

Por otro lado, las gemas más suaves pueden ser más propensas a rayarse o dañarse con facilidad, lo que afecta su durabilidad y apariencia.

La importancia de consultar la dureza de las gemas en la escala de Mohs a la hora de elegir una joya

Top 3 de las gemas con mayor dureza

Para darle un poco más de vidilla y emoción a este post, os daremos algunas pinceladas sobre las tres gemas que aparecen en la escala de Mohs como piedras de mayor dureza: el diamante, el rubí y el zafiro.

Diamante: la gema invencible

El diamante tiene una dureza de 10 en la escala de Mohs, lo que quiere decir que no puede ser rayado por cualquier otro mineral. Puede que sea este el motivo por el que los griegos llamaban a esta gema adamas, que quiere decir indomable, invencible. Es el origen de su actual denominación.

Esta piedra preciosa es muy valorada y codiciada no solo por su gran dureza, sino también por su belleza y luminosidad. Y si no, recuerda que esta piedra ha sido en cierto modo protagonista en algunas de las películas más míticas y memorables de la historia, como Desayuno con diamantes, protagonizada por Audrey Hepburn y George Peppard, o Los caballeros las prefieren rubias, protagonizada por Marilyn Monroe y Jane Russell.

Es una piedra tan fascinante y de extrema dureza que, incluso, se utiliza en la industria de la construcción o de la metalurgia, entre otras, para cortar y pulir. Esto es posible gracias a unos discos de corte y herramientas con incrustaciones de polvo de diamante que cortan y dan forma a materiales como piedra u hormigón, entre otros.

En la actualidad, el diamante es una de las gemas que más se usa en el diseño y la creación de joyas. Suele ser, además, la piedra más elegida por aquellos que buscan joyas de compromiso, como por ejemplo, el anillo más clásico y tradicional, el conocido popularmente como solitario, diseñado en oro blanco con un diamante.

Anillo de compromiso Amaya, un solitario realizado en oro blanco y diamante
La media alianza Idara está realizada en oro blanco y diamantes
Anillo de compromiso Carola, en oro blanco y diamantes

Rubí, rojo pasión

Esta piedra ha fascinado a la humanidad durante siglos. En la escala de Mohs tiene una dureza de 9, lo que significa que solo puede ser rayada por el diamante. Su color rojo intenso y su espectacular brillo, hace que para muchas personas sea una gema asociada a la pasión y el amor. El rubí más valorado es el que tiene un tono rojo muy vivo con un tono secundario púrpura muy ligero. Es el conocido como sangre de pichón.

Esta gema, como el diamante, también ha formado parte de la historia cinematográfica. Por ejemplo, en El mago de Oz, su protagonista, Dorothy Gale, interpretada por Judy Garland, calzaba los zapatos de rubíes con los que, al golpear juntos sus talones tres veces, regresaba a su casa.

Como ves, es otra piedra que adquiere mucho protagonismo allá por donde vaya. Pero haciendo hincapié en las joyas donde se engasta, es utilizada sobre todo en piezas realizadas en oro blanco, que suelen tener una apariencia más clásica, como por ejemplo, los pendientes Chita, de oro blanco y rubíes; y en oro rosa, de estilo más actual, como la gargantilla Atara, que además está combinada con diamantes negros.

Los pendientes Chita son de rubí y diamantes
La gargantilla Atara está realizada en oro rosa con diamantes negros y un rubí

Zafiro, poder de atracción

Gema de singular belleza y encanto, el zafiro ha ejercido un poder de atracción irresistible a lo largo de la historia. Tiene una dureza de 9 en la escala de Mohs, por lo que, al igual que el rubí, solo puede ser rayado por el diamante. Aunque el más conocido es el zafiro de color azul, los hay de más colores como verde, amarillo, púrpura, violeta, rosa o naranja.

Esta piedra también tiene algunas curiosidades en el mundo de las artes. En alguna ocasión, el famoso cuadro de Vincent van Gogh La noche estrellada se ha comparado con los zafiros, ya que el artista muestra en su obra un cielo nocturno estrellado de color azul intenso.

Pero volviendo a la joyería, las piezas con esta piedra preciosa suelen tener diseños muy versátiles que, según el estilo de cada persona, podrán llevarse puestos tanto a diario como en ocasiones especiales. No obstante, y según nuestra experiencia, entre las novias tienen mucho éxito los pendientes de zafiro azul, como pudieran ser, por ejemplo, los pendientes Mónica, realizados en oro blanco. Es una manera elegante y llamativa de recurrir a la tradición y llevar algo de ese color el día del enlace nupcial.

Pulsera Aruba, de zafiros y oro blanco
Pendientes de novia Mónica, con zafiros y oro blanco