Dónde se pone el anillo de compromiso, una de las dudas más preguntadas en Gordillo Joyeros
Una costumbre con clase que trasciende culturas
La joyería tiene ese poder silencioso de decir mucho sin pronunciar palabra. Dentro de este universo de metales nobles y piedras preciosas, el anillo de compromiso ocupa un lugar central: no solo representa una promesa, sino que es el culmen de una historia, una intención, un vínculo.
En Joyería Gordillo, donde tradición y diseño conviven con una sensibilidad contemporánea, esta es una de las preguntas que más escuchamos: ¿dónde se pone el anillo de compromiso? Parece sencilla, pero encierra una riqueza cultural, simbólica y estética que merece una mirada más profunda.
La tradición occidental: mano izquierda, dedo anular
En la mayoría de los países occidentales, como España, Italia o Francia, el anillo de compromiso se lleva en el dedo anular de la mano izquierda. Esta costumbre tiene raíces en la Antigua Roma, donde se creía que una vena —la vena amoris— conectaba directamente ese dedo con el corazón. Es una explicación tan poética como simbólica, que añade una capa de romanticismo a este gesto cargado de emoción.
Sin embargo, esta no es la única tradición válida.
En países como Alemania, Noruega o Rusia, la costumbre se invierte: allí, el anillo se coloca en el dedo anular de la mano derecha. Esta variación no resta simbolismo, sino que lo adapta a otras formas culturales de entender el amor y el compromiso.
La clave, como ocurre con tantas cosas relacionadas con el estilo y la joyería, está en elegir lo que resuene con tu historia personal.
¿Dónde se pone el anillo de compromiso durante la boda?
Una segunda pregunta que suele acompañar a la anterior es: ¿qué hago con el anillo de compromiso durante la ceremonia?
La mayoría de las novias optan por moverlo temporalmente a la mano derecha antes de caminar hacia el altar. Una vez colocada la alianza en la izquierda, el anillo de compromiso vuelve a ocupar su lugar, generalmente por encima. Este orden tiene un matiz simbólico: el anillo de boda, más reciente, se coloca más cerca del corazón.
Otras personas prefieren llevar el anillo de compromiso en otro dedo o no llevarlo en absoluto ese día, reservándolo para el momento posterior. Como siempre, lo más importante es que el gesto tenga significado para ti.
Moda, intención y armonía visual en los anillos de pedida
Desde una perspectiva estética, la pregunta “dónde se pone el anillo de compromiso” tiene también una respuesta práctica. No todos los anillos están diseñados para convivir juntos. Por eso, en la alta joyería contemporánea, es cada vez más común crear parejas de anillo de compromiso y alianza pensadas como un conjunto. Así se garantiza que ambas piezas encajen física y visualmente, respetando proporciones, estilos y líneas.
En Joyería Gordillo asesoramos a muchas parejas en este proceso, ayudándoles a elegir piezas que dialoguen entre sí. La armonía entre ambas piezas no solo responde a criterios prácticos, sino que refuerza una estética refinada y equilibrada.
¿Existe una regla definitiva?
No. Y eso es parte de su encanto.
La respuesta a dónde se pone el anillo de compromiso no está escrita en piedra. Dependerá de tus creencias, tu estética, tus costumbres familiares o incluso tu rutina diaria. Lo que importa es que el lugar donde lo lleves tenga sentido para ti, que lo luzcas con comodidad, seguridad y sea un reflejo de vuestra historia de amor.
En última instancia, una joya —y muy especialmente un anillo de compromiso— debe ser algo más que un adorno: debe sentirse como una extensión de tu identidad.
Un gesto pequeño, una clase inmensa
Llevar un anillo de compromiso con clase no depende solo del diseño. Es una combinación de actitud, cuidado personal y elección estética. Las manos son una de las zonas más observadas del cuerpo, y cualquier anillo destaca en ellas. Por eso, unas uñas limpias, una piel hidratada y una combinación de joyas bien pensada pueden realzar aún más la pieza que llevas.
Descubre nuestra selección de anillos de compromiso en Joyería Gordillo, donde cada pieza tiene una historia que contar.