Un baño de rodio es un proceso utilizado en joyería para recubrir una pieza con una fina capa de rodio, un metal precioso perteneciente al grupo del platino. Este tratamiento se aplica principalmente sobre joyas de oro blanco o plata, con el objetivo de mejorar su apariencia, aumentar su durabilidad y protegerlas del desgaste. El resultado es un acabado de color blanco plateado muy brillante y resistente, que aporta elegancia y sofisticación a la pieza.
El rodio es uno de los metales más caros y exclusivos del mundo, muy valorado por su alto punto de fusión, dureza y resistencia a la corrosión. Por eso, es el aliado perfecto para mantener las joyas como nuevas durante más tiempo.
¿Cómo se realiza el baño de rodio?
El proceso se lleva a cabo mediante electrólisis, una técnica que utiliza corriente eléctrica para adherir partículas de rodio a la superficie de la joya. De forma resumida, el procedimiento es el siguiente:
Limpieza de la joya
Antes de aplicar el rodio, la pieza se somete a una limpieza profunda para eliminar grasa, polvo o residuos que puedan impedir la correcta adherencia.Preparación en solución química
La joya se introduce en una solución especial que contiene sales de rodio.Aplicación mediante corriente eléctrica
Se conecta la joya a un polo y una barra de rodio al otro, haciendo circular corriente eléctrica para que el rodio se deposite de forma uniforme y muy fina sobre la pieza.Enjuague y pulido final
Tras el recubrimiento, se limpia y pule la joya para intensificar su brillo.
Beneficios del baño de rodio
El baño de rodio no solo embellece la joya, sino que también la protege. Entre sus principales ventajas destacan:
Mejora la apariencia
El rodio otorga un brillo blanco y luminoso que realza la estética de joyas de oro blanco o plata, dándoles un aspecto más lujoso.Mayor durabilidad
Es un metal extremadamente duro, por lo que protege la superficie contra arañazos y desgaste.Protección contra la oxidación
Especialmente en joyas de plata, el rodio actúa como barrera frente al oscurecimiento y manchas.Propiedades hipoalergénicas
Ideal para personas con piel sensible, ya que el rodio no suele provocar reacciones alérgicas.
¿En qué joyas se aplica el baño de rodio?
Aunque es más común en anillos, alianzas, pendientes y collares de oro blanco, también se utiliza en:
Piezas de plata esterlina.
Joyas de metales combinados.
Relojes de alta gama.
Accesorios con diamantes o piedras preciosas para resaltar su brillo.
En Joyería Gordillo puedes encontrar ejemplos de piezas con baño de rodio que combinan diseño y resistencia.
¿Es permanente el baño de rodio?
No. El baño de rodio tiene una duración limitada, que dependerá del uso que se le dé a la joya y del cuidado que se le proporcione. En promedio, puede durar de 1 a 3 años antes de necesitar una nueva aplicación. Factores como el roce constante, el sudor o la exposición a productos químicos pueden acelerar su desgaste.
Se recomienda realizar un re-bañado periódico en un taller especializado, como los servicios de mantenimiento que ofrece Joyería Gordillo, para que la pieza recupere su brillo original.
Consejos para cuidar joyas con baño de rodio
Para prolongar la vida de este recubrimiento, ten en cuenta estas recomendaciones:
Guardar las joyas en estuches individuales para evitar rozaduras.
Retirarlas antes de usar perfumes, cremas o productos de limpieza.
Evitar el contacto prolongado con agua de mar o cloro.
Limpiarlas suavemente con un paño de microfibra.
Curiosidades sobre el rodio
Es uno de los metales más raros del planeta y su precio suele ser incluso mayor que el del oro.
Fue descubierto en 1803 por el químico William Hyde Wollaston.
Su nombre proviene del griego rhodon, que significa “rosa”, por el tono rojizo de algunas de sus sales.
El baño de rodio es un tratamiento imprescindible para quienes desean mantener sus joyas con un aspecto impecable, brillante y protegido frente al paso del tiempo. No es eterno, pero con un buen mantenimiento y aplicaciones periódicas, puede prolongar la belleza de la pieza durante muchos años.