Las perlas se han convertido en un básico clásico en la joyería actual aun siendo la gema más antigua conocida en la historia.

¿Sabes elegir la perla perfecta?

Cuando la diosa Venus emergió de las aguas, las gotas del mar tornasoladas rodaron por su cuerpo convirtiéndose en perlas antes de volver al mar. En la mitología hindú, Krisna, descubrió la primera perla y se la regaló a su hija en su matrimonio. Un regalo de los dioses en la naturaleza.

El uso de las perlas como ornamentación no es en absoluto actual. Civilizaciones desde los tiempos más remotos han disfrutado del poder sugerente de las perlas. Nos cautivan con su magia y su belleza natural. Pero, ¿sabrías elegir la perla perfecta?

En Joyería Gordillo te ayudamos a conocer todos los secretos de este regalo de la naturaleza.

LAS 5 S

Aunque las gemas tienen un contenido emocional en el que la subjetividad es un factor determinante, a la hora de elegir una perla es interesante conocer ciertas características que dan lugar a conocer si una perla es de mayor o menor calidad.

Si bien para el diamante es ampliamente conocido y utilizado el criterio de las 4C (Carat, Color Clarity and Cut) es menos conocido el criterio para determinar el valor de una perla. Estas características se recogen con las 5s, en inglés, Size (tamaño), Shine (lustre), Shape (forma), Surface (superficie) y Shade (tonalidad).

Tamaño (Size)

El tamaño de una perla se da por su diámetro mayor en milímetros. Aunque es un factor relevante no es el máximo criterio para la elección de una perla.

Las perlas naturales más pequeñas se encuentran desde los 5 mm en joyería y son usada en ocasiones como primeras joyas.

Las perlas pueden llegar hasta tamaños superiores a los 20mm, como es el caso de las perlas australianas, aunque su valor se va a ver comprometido con la capa real de nácar que esta posea ya que esto va a determinar algunas de las demás características como el lustre de la misma.

Las manos de una mujer muestran una sortija de oro blanco con diamantes y perla australiana

Anillo de oro blanco con diamantes y perla australiana.

Lustre (Shine)

El lustre es la incidencia de la luz sobre las capas de madreperla de la perla. El lustre es lo que otorga ese halo místico inigualable que las diferencia del resto de las piedras preciosas.

Una perla con un lustre adecuado brilla equilibradamente sin marcas lechosas o vítreas en su superficie.

Collar de perlas de alta joyería

Collar largo de perlas.

Forma (Shape)

A mayor tamaño es más fácil que la perla presente irregularidades en su forma, siendo alguna de ellas totalmente inclasificables. A estas perlas las conocemos como perlas barrocas y albergan una belleza particular nada despreciable. De hecho es la elección en muchas de nuestras piezas en las que queremos trasmitir un estilo más informal y natural.

Pero bien es cierto que el ser humano por naturaleza en un gran perseguidor de la simetría, especialmente en lo que a elementos naturales se refiere. Esto, unido a la mayor complejidad en encontrar elementos totalmente regulares, hace que las perlas más redondas sean las que mayor valor posean.

Pendientes en oro rosa con perlas

Pendientes, realizados en oro rosa con perlas barrocas.

Superficie (Surface)

La superficie de las perlas está llenas de marcas que no se pueden considerar imperfecciones, ya que son resultado de la propia acción de la naturaleza incidiendo en su cuerpo.

Pero es cierto que todas las llamadas manchas sobre una perla modifican la dirección y la manera en la que  la luz refleja sobre ellas convirtiéndose en un criterio más a tener en cuenta en el momento de su elección.

Cierto grado de imperfección dotará a la pieza de carácter y personalidad.

Cuatro perlas perfectamente redondas

Diseño de perlas completamente redondas.

Tono (Shade)

Aunque si imaginamos una perla siempre imaginamos el blanco más absoluto esto no es así en absoluto.

El tono de una perla es definido por el color y su oriente. El color viene determinado por la procedencia y características del animal. Se da una gama cromática inmensa que va desde tonalidades grises, negras, verdes o amarillas. El valor de cada color va a depender de los gustos y costumbres de cada consumidor dejando abierto un amplio abanico de posibilidades en cuanto a la elección dependiendo de las características de la persona que las vaya a lucir.

Una perla blanca o gris será más favorecedora sobre pieles frías, sin embargo las verdes y amarillas favorecerán a las bronceadas.

El oriente es una de las características más valoradas en las perlas y es el resultado de los subtonos reflejados al irradiar la luz sobre la superficie.

Manos de mujer sujetando un collar de perlas negras de Tahití

Collar largo, realizado con perlas negras de Tahití.

El cuidado de una joya natural

Ya tienes todos los recursos para saber elegir las perlas, pero al ser un elemento vivo, su cuidado es de vital importancia.

1. Un paño de fibras naturales como el algodón o la seda mantendrán su pieza en excelente estado de limpieza.

2. Es importante evitar todo tipo de químicos como perfume, cremas o productos de cuidado del cabello que pueden dañar su perla

3. Es importante también no usarlas en piscinas, por el potente efecto químico del cloro.

Siguiendo estas sencillas recomendaciones conseguirás mantener en perfectas condiciones tu joya.